De nada me sirve quererte tanto.
Ni seguir alojando mariposas en mi vientre, ni las náuseas antes de volverte a
ver; ponerme sobre ti en la penumbra, a empaparnos y enrollarnos de embriaguez.
Es inútil la felicidad y la
armonía que se evapora desde mi piel tibia. Que deseemos compartirnos las
sensaciones y las vivencias, si mi amor no te alcanza ni la punta.
Solo como comentario, no es inútil nada de lo que mencionas, solo no tiene sentido, después de todo las cosas son.
ResponderEliminarNo sé, Juan. Las cosas son, pero por encimita nomás, creo que eso es lo mejor, aunque no lo que quiero.
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