Tenían
razón.
Yo
exploto.
Luego
de acumular sangre y huesos
míos
y ajenos
estallo
en astillas.
Y
cuando exploto
lo
hago en los momentos tan poco adecuados
que
el que tiene que llegar a abrazarme
no
alcanza a notar -por circunstancias-
que
no existo otra vez.
Y
yo aprendí de abrazos para todos
"Y
como un movimiento orquestal
me
di cuenta, otra vez,
que estamos todos
solos"
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